Jornadas de Capacitación del Programa Danza de Virtudes

“…el hombre debería conocerse a sí mismo y reconocer lo que conduce a la sublimidad o a la bajeza, a la gloria o a la humillación, a la riqueza o a la pobreza. En el centro de tal conocimiento de sí mismo, está la convicción de que el hombre ha sido creado noble. Si nos mantenemos firmes en esa convicción, nuestro poder para transformar nuestro propio carácter y contribuir a la transformación de la sociedad se ve grandemente realzado”.
Este programa está preparado para niños y jóvenes, quienes guiados por los educadores, con el apoyo y colaboración activa de la familia, explorarán y potenciarán sus capacidades nobles. Con un lenguaje claro y ameno, facilita la apropiación y desarrollo de capacidades mediante la comprensión y aplicación de los cuatro elementos que componen una “capacidad”: concepto, cualidades, destrezas y actitudes.
“Al comienzo de todo esfuerzo, corresponde mirar su fin”

Los objetivos del programa Danza de Virtudes son:

  • Reconocer la nobleza inherente al ser humano e impulsar a cada participante que descubra y desarrolle sus capacidades, las cuales contribuirán a su progreso personal, grupal y social.
  • Mejorar las relaciones con la familia, los amigos, compañeros y demás personas.
  • Reconocer y aceptar las diferencias y similitudes con el otro para el logro de una convivencia amistosa.
  • Trasladar todo lo aprendido hacia el ámbito escolar, familiar y a su entorno en general.
  • Promover una actitud positiva y participativa hacia el logro de la paz.

Temas desarrollados en Danza de Virtudes

“Los bloques para la construcción de las estructuras morales de las personas son las cualidades, actitudes, destrezas y habilidades, como así también el conocimiento y comprensión de los conceptos morales esenciales. La tarea básica de la educación moral es analizar estas virtudes y luego diseñar modelos de acción y actividades educativas específicas que fomenten su desarrollo en cada etapa del crecimiento y desde la más temprana niñez”.

Dr. Lample

Luego del análisis de las virtudes relacionadas a cada capacidad, se diseñó el siguiente desarrollo de 3 unidades:

UNIDAD 1: Desarrollo de Capacidades Individuales

  • La capacidad de reconocer y valorizar la Nobleza del ser (Conociendo el mundo de la creación, Conociéndonos, Explorando nuestros talentos, Autoestima, Confianza en uno mismo, Libertad).
  • La capacidad de sentirse motivado para desarrollar nuestras capacidades espirituales (Amor, Investigación libre de la verdad, Voluntad).
  • La capacidad de conducirse con rectitud (Honestidad, Veracidad).
  • La capacidad de reflexionar y evaluar las propias acciones (Pureza, Meditación y reflexión de las acciones).
  • La capacidad de crear una vida distintiva de carácter moral (Alegría, Paciencia, Cortesía, Perdón, Generosidad).
  • La capacidad de realizar las actividades con excelencia ( Creatividad, Perseverancia, Responsabilidad).
  • La capacidad de ser inspirados e influidos por la Fe (Fe y creencias, Confianza en Dios, Gratitud).

UNIDAD 2: Desarrollo de Capacidades Sociales

  • La capacidad de relacionarse con todos en espíritu de alegría y felicidad (Amistad, Cultura de estímulo, Cooperación, Lengua amable, Servicio).
  • La capacidad de convertir en acción las decisiones tomadas (Poder de la acción, Iniciativa, Moderación).
  • La capacidad de actuar con justicia en todos los órdenes de la vida (Justicia, Obediencia, Consulta).

UNIDAD 3: Transformación de la Humanidad

  • La capacidad de contribuir al mejoramiento del mundo (El mundo que construimos, Ciudadanía mundial, Educación universal, Paz Universal, Cuidado del medio ambiente).
  • La capacidad de construir la unidad en la diversidad (Abolición de prejuicios, Igualdad de derechos y oportunidades sin distinción de géneros, Armonía entre la Ciencia y la Religión, Unidad de credos, Unidad en la diversidad).

 

Las Capacidades morales que presenta cada unidad están integradas por una secuencia de virtudes éticas y morales relacionadas entre sí que incluyen: objetivo, recomendaciones para el educador y desarrollo de variadas propuestas para cada clase.

El desarrollo de la clase está conformado por distintos momentos de aprendizaje que son: experiencia, reflexión, conceptualización y aplicación.

Las clases comienzan con la lectura de una frase inspiradora (palabras de sabiduría), creando así un clima potencializador de apertura mental, de armonía, sensibilización y revitalización espiritual tanto del niño como el educador.

El desarrollo de la propuesta es flexible ya que se puede seguir con la guía propuesta para la clase, o bien encontrar otras variantes para abordar el mismo tema en los Anexos, donde se incluye material opcional para todas las actividades.

La clase finaliza con la realización de las actividades propuestas para la casa trasladando lo aprendido al entorno familiar.

Nuestra experiencia educativa –fundamentada desde el año 1992 – de aprendizaje junto con niños y sus familias confirma cómo cuando esta última fase de aprendizaje se lleva a cabo apropiadamente, se genera una dinámica extraordinaria de integración afectiva y espiritual del niño con sus padres, potenciando sus riquezas interiores. Este grado de desarrollo espiritual influye favorablemente en la adquisición de logros posteriores, tanto en los aspectos intelectuales, emocionales como sociales, a su vez la experiencia y el aprendizaje ganado capacitan de manera permanente a los involucrados en el camino de servicio y se refleja en genuino progreso para sí y para su entorno.

Pero allí no termina el proceso. El ciclo de aprendizaje tampoco termina con la aplicación. El poner en práctica la virtud, o la capacidad, presenta desafíos que pueden llevar a una auto-evaluación reflexiva. A su vez, ésta llevará a una comprensión más profunda y en consecuencia a una práctica más coherente. Así, el conocimiento y la práctica de las virtudes y de las capacidades que integran, se vuelven un “círculo virtuoso” en que la “danza de las virtudes” no tiene fin.